HABILIDADES DIGITALES

Habilidades digitales o también conocida como competencia digital se define como el uso crítico y seguro de las Tecnologías de la Sociedad de la Información para el trabajo, el ocio y la comunicación.

Supone un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y estrategias que se requieren para el uso de los medios digitales y de las tecnologías de información y comunicación.

La competencia digital se apoya en las habilidades del uso de ordenadores para recuperar, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar información y para comunicar y participar en redes de colaboración a través de Internet” (European Parliament and the Council, 2006).

Y es una de las ocho Competencias Clave necesarias para la Formación a lo Largo de la Vida.

Para ser digitalmente competente se necesita desarrollar una serie de conocimientos, destrezas y actitudes organizadas en torno cinco grandes áreas:

1. La información, alfabetización informacional y el tratamiento de datos: identificar, localizar, recuperar, almacenar, organizar y analizar información digital, evaluar su finalidad y relevancia.
2. La comunicación y colaboración: comunicar en entornos digitales, compartir recursos en línea, conectar y colaborar con otras personas mediante herramientas digitales, interactuar y participar en comunidades y redes; conciencia intercultural.
3. La creación de contenido digital: crear y editar nuevos contenidos (textos, imágenes, videos...), integrar conocimientos y reelaborar contenidos previos, realizar producciones artísticas, contenidos multimedia y programación informática, saber aplicar los derechos
4. La seguridad: protección personal, protección de datos y de la identidad digital, uso de seguridad, uso seguro y sostenible
5. La resolución de problemas: identificar necesidades y recursos digitales, tomar decisiones para seleccionar las herramientas digitales apropiadas según la necesidad o finalidad, resolver problemas conceptuales y técnicos a través de medios digitales, uso creativo de la tecnología, actualizar la competencia propia y la de otro.

El aprendizaje es algo que debe suceder y, de hecho, debe ser una posibilidad, a lo largo de toda nuestra vida. Pero la semilla de toda una vida de aprendizaje se siembra en la escuela. Desafortunadamente, en su mayor parte, las habilidades digitales no han tenido la prioridad que deberían. Las habilidades digitales siguen siendo escandalosamente bajas en muchos casos. Sólo un 7% de los estudiantes de 15 a 29 años en Austria tenían "muy buenas" habilidades digitales según un estudio realizado por el OCG, el Operador Nacional de ECDL / ICDL en el país. Otro estudio en Australia reveló que el 45% de los estudiantes eran usuarios con un nivel rudimentario de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

Una reacción común a la necesidad de desarrollar las habilidades digitales de los jóvenes es culpar a la tecnología del problema. Las grandes inversiones en equipos informáticos para aulas y soluciones de aprendizaje electrónico prometen crear una generación de "nativos digitales". Pero, como argumentamos en nuestro documento de opinión sobre la falacia de los "nativos digitales", no hay prueba de que los jóvenes tengan estas habilidades digitales innatas. Comprar mucha tecnología para el aula simplemente no es suficiente; la construcción de las habilidades digitales de los profesores y de los estudiantes es un paso vital para beneficiarse realmente de la tecnología en la educación.  

Como se puede observar, el desarrollo de estas habilidades digitales, permitirá que cuando los niños lleguen a ser adultos y tengan una profesión, puedan crear las soluciones a las problemáticas reales que les conciernen de una manera más humana, crítica y reflexiva. Para lograrlo, el docente debe tener en cuenta que las habilidades digitales van más allá de apretar el mouse o saber encender o apagar una computadora. Por el contrario, las habilidades deben estar enfocadas en el uso de la información (investigar) y de las aplicaciones para resolver problemas.

Si se trata de hacer que los niños investiguen, no bastará con mandar al niño a realizar búsquedas en Internet. Muy por el contrario, se debe enseñar a los niños a desarrollar los criterios que deberían tener siempre presentes a la hora de seleccionar información, ya que hoy por hoy, los niños no distinguen entre información falsa e información útil. En este sentido los docentes deben enseñar a sus aiumnos la habilidad de distinguir entre las opciones que da el motor de búsqueda aquellas fuentes que no les sirven, para dar prioridad o identificar la información que realmente necesita, independientemente del algoritmo que tiene programado el buscador, de tal modo que a partir de estos recursos se puedan construir las soluciones a las problemáticas de su entorno.